Es un jueves a las ocho de la noche y no hemos terminado de trabajar. Queremos destacarnos por nuestra productividad, tener una vida perfecta, seguimos haciendo cosas, aunque no sea necesario y nos perdemos de lo que realmente vale la pena: nuestra familia y nuestro bienestar.
Buscamos tener validación constante a través de nuestro trabajo, a través de la cantidad de horas que invertimos en él, nuestros logros, números y el tiempo que pasamos detrás de una pantalla. Nos perdemos en eso para no enfrentarnos a la realidad y a nosotros mismos, creyendo que no tenemos tiempo, sobre todo si tienes tu propio negocio. Pero lo que no tomamos en cuenta es que necesitamos descansar para poder dejar fluir nuestra creatividad, escriben en Washington Post.
Este balance entre nuestro tiempo de trabajo y el personal sí puede existir, solo tienes que…
Organizar tu tiempo

La realidad es que mientras más tiempo le demos a una tarea, más tiempo nos tardaremos haciéndola. Esa es la razón por la que no terminamos de hacer muchas cosas y la solución es delimitar la cantidad de horas que le vas a dedicar a cada una de ellas. Puedes ser productivo en ese tiempo y saber cuánto te va a tomar terminarla para cambiar a otras y estableciendo tu momento de descanso en el que podrás hacer actividades que no estén relacionadas con tu trabajo. Esta es una manera de escoger qué deseas hacer, experimentar y con quiénes.
Sé intencional con todo lo que haces, para que puedas disfrutar más.
Desconectarte completamente

Y cuando llegue el momento, ¡desconéctate! No hay ningún otro lugar en el que debas estar, solo en el presente. Nuestro teléfono es una herramienta tanto para el bien como para el mal. Dejamos de estar donde estamos para entrar en otra dimensión donde vemos la vida de los demás y abandonamos la nuestra. No más notificaciones, ni llamadas, ni redes sociales. ¡Ponlo a un lado y sal al mundo!
Dejar ir el perfeccionismo

Nuestro perfeccionismo y ganas de cumplir nuestras metas pueden ayudarnos a hacer nuestros sueños realidad. Pero no podemos hacerlo si nos obsesionamos constantemente con lograrlo. Podemos ponerle una pausa y organizar nuestras prioridades.
La vida no es perfecta y nosotros tampoco. El caos y el desorden siempre van a estar presentes, aunque no nos guste. Dejemos que las cosas fluyan y que podamos estar en paz con ello.
Ejercitar y meditar: Enfócate en ti

Por eso debemos ejercitar y meditar. Son dos momentos en los que podemos cuidar nuestra mente y estar completamente en el presente. No pensamos en más nada, solo en donde estamos, lo que estamos haciendo y la manera en la que nos sentimos. Estas dos actividades nos ayudan a liberar endorfinas, cuidar nuestro cuerpo, mente y nos mantienen en forma.
Nuestras vidas son para vivirlas en paz, disfrutar y tener siempre nuevas experiencias. Debemos desprendernos de los resultados y tener un balance entre nuestro trabajo —que disfrutamos— y nuestra familia, amigos y tiempo para divertirnos, sin pensar tanto. Siempre hay algo nuevo que recordar cuando estás con la gente a la que amas.